LATIN GRAMMY 2019 GANADOR TONY SUCCAR

Hay vocaciones que se definen a edad adolescente y encuentran su madurez al cabo del tiempo. Pero también existen las que surgen tempranamente, como si se hubiera nacido con ese talento. Ese, sin dudas, es el caso de Tony Succar, percusionista y productor musical, ganador de dos premios en los Latin Grammy 2019.

En entrevista con RPP Noticias, Succar contó que sus inicios en la música se dieron entre los 6 y 7 años, cuando tocaba el cajón peruano, su primer instrumento, en los ensayos de la banda de sus padres (su papá es pianista y su mamá cantante). “Mi mamá siempre me decía que a mí me encantaba estar allí. Y después, como a los 13 o 14 años, comencé a tocar batería en esa banda”, dijo Succar.

Mixtura, la banda familiar de los Succar, solía tocar en bodas y fiestas de cumpleaños. Un trabajo que apasionaba a Tony, pero no lo suficiente. De hecho, el autor del disco “Más de mí” confesó que antes de músico soñó con ser futbolista. “Esa era mi pasión. Hacía música porque necesitaba hacerlo para ayudar a mis papás. Yo estaba feliz de la vida con eso”, señaló.

Sin embargo, al no poder formar parte del equipo de fútbol de la universidad a la que quería asistir, se inclinó por la música, donde demostró jugar también como un 10. “Comencé a estudiar jazz en la universidad y me convertí en un arreglista y productor. Empecé a ser director de la banda y a utilizar el nombre de Mixtura con otro rumbo: hacer discos y canciones originales”, señaló el laureado músico.

La primera canción que recuerda haber compuesto fue una que dedicó a su expareja. Según confesó a RPP Noticias, gracias a ella descubrió que la creación musical era lo suyo. “Esa canción no la van a encontrar porque la borré de todos lados. Las primeras producciones no me gustaban mucho cómo sonaban, pero ese fue mi inicio”, puntualizó.

Su disco debut fue fruto de la grabación de su recital de graduación en el Wertheim Performing Arts Center de Miami. Un álbum en el que imprimió la disciplina aprendida de su madre y la pasión marcada por la influencia paterna. “A mi recital fueron 500 personas. Yo ya tocaba en la calle, era conocido y siempre buscaba ser un showman”, dijo Succar sobre esta propuesta que incluyó bailarines afroperuanos como parte de la performance.

Se trató de una experiencia que definiría el interés musical del productor, recientemente reconocido en los Latin Grammy 2019 en las categorías Productor del Año y Mejor Álbum de Salsa. Es decir, una tendencia a combinar ritmos en los que puede distinguirse aires de jazz, pero también el swing de la salsa, la plasticidad del pop y la sazón de la música peruana.